La VoZ digital | No se sacaron ventajas

2017-08-26 | 19:31

Futbol

No se sacaron ventajas
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Gentileza. Gentileza.
Al clásico le faltó el grito de vitoria. Cerro Porteño y Olimpia no se pudieron ganar en un encuentro en el que pegó primero el Decano, pero se quedó con uno menos y Cerro aprovechó para igualarlo en el segundo tiempo. El duelo más importante de nuestro fútbol se fue con el marcador de 1-1, resultado que no deja conforme a ninguno de los dos campamentos.

El primer tiempo mostró muchas cosas. Lo comenzó mejor Cerro, que tuvo la primera llegada con un cabezazo de Haedo que controló bien Azcona. Fue apenas una muestra de lo que buscaría el equipo de Alvarez en la tarde de Sajonia. Richard Sánchez respondió con un remate de fuera del área tras una jugada que se inició en un lateral.

A los 13 minutos de juego Almeida manda al campo a Otálvaro por Alexis Fernández y, 6 minutos después, Hernán Pellerano pide cambio por lesión. Comienzan los problemas de este tipo para el Decano, que empezó a encontrar a Camacho y González por derecha, y a Julián Benítez por izquierda.

Y fue justamente por ese lado que Camacho la supo cuidar en el área, la sacó a un costado para Julián que metió el centro que pegó en el codo de Víctor Cáceres y Enrique Cáceres no dudó en pitar penal. Walter González tomó la responsabilidad y no falló. Su remate, más colocado que potente, se le metió en una esquina a Antony Silva, que se fue bien, pero no llegó. 1-0 para Olimpia a los 25 minutos del primer tiempo, pero la tranquilidad no llegó del todo, porque minutos después, González levantó la mano mirando hacia el banco por haber resentido la lesión y era un cambio cantado, aunque le hicieron aguantar hasta el cierre de la primera etapa, no sin antes exigir a Antony con un cabezazo al segundo palo que casi se convierte en el 2-0.

Cerro, herido por el gol de González, salió decidido a meterlo a Olimpia contra su arco y con pelotas paradas lo consiguió. El ciclón metió una ráfaga de tiros de esquina y en uno de ellos casi logra el empate, pero entre Azcona y el travesaño le dijeron que no al cabezazo de Ignacio Pallas y luego Haedo no pudo con el arco servido. También Marcos Riveros tuvo lo suyo. El volante buscó el gol desde una esquina y casi lo hace de forma olímpica, pero Azcona reaccionó a tiempo.

Ya al final del primer tiempo Cerro se sentía superior, tenía el balón, pero le costaba tener peso ofensivo. Alvarez comenzó a mover sus piezas en el segundo tiempo, donde ya antes de los 10 minutos se encontró con ventaja numérica por la expulsión de Iván Torres, que ya tenía amarilla y dejó el brazo levantado contra la cabeza de Riveros y lo pescó Cáceres para mostrarle la segunda tarjeta y mandarlo a vestuarios antes de tiempo.

Ahí Cerro volcó el campo hacia el arco de Olimpia, que cedió completamente el mediocampo recostándose sobre sus centrales y esperando alguna magia de Camacho, Mendieta o Julián.

Mientras, ya con Rojitas, Insaurralde y Oviedo en campo, Cerro se hizo dueño del juego, pero sin llegar a inquietar demasiado a un Azcona que parecía inquebrantable. Hasta el palo derecho de Daniel jugó en contra del Azulgrana al callarles el grito de gol tras un disparo de Insaurralde que exigió al portero y luego pegó en el caño.

Hasta que a los 32 minutos, Edcarlos cortó una jugada pero la dejó servida para Ruiz, que metió una pared en la cabecera del área con Alfio Oviedo, que sacó un derechazo de volea y la clavó en el ángulo para que estalle medio Defensores del Chaco. Cerro llegó al esperado empate y quería más, pero Olimpia se metió de vuelta en el juego y el trámite se hizo equilibrado nuevamente.

El último tramo del encuentro se hizo de ida y vuelta. Olimpia, que había apostado a la contra y tuvo chances como para arrimar más peligro al arco de Silva, se enchufó de vuelta y casi consigue el segundo en una llegada de Camacho que, tras pase de Mendieta, pisó el área y sacó el zurdazo que casi se le mete a Silva, que puso las dos manos y luego el baló pegó en el travesaño.

Cerro siguió siendo levemente superior pero ya no hacía tanto daño como antes, ni con pelota parada. Olimpia siguió parándose bien y ambos pasaron los últimos minutos buscando inquietar, pero ya tratando de no descuidarse atrás para no perjudicar el empate, que se terminó sellando y que dejó un sabor agridulce en ambos vestuarios.

 

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