Gentileza.

“El pasado 8 de septiembre el New York Times publicó elementos probatorios de la participación de funcionarios de la Casa Blanca en reuniones para favorecer un golpe de Estado militar y provocar un cambio de gobierno, un cambio de régimen, en Venezuela”, manifestó.

“Se ha construido un expediente contra nuestro país para pretender una crisis humanitaria para justificar una coalición de países, encabezados por EEUU y sus gobiernos satélites, para ponerle la mano a nuestro país. Pretenden desviar las verdaderas crisis migratorias que hay en el mundo”, agregó.

Ante las versiones de una posible reunión con Trump, Maduro aseguró que, “a pesar de las diferencias históricas, ideológicas y sociales” estaría dispuesto a “estrechar la mano y dialogar” con el mandatario norteamericano: “Estoy dispuesto a hablar con agenda abierta sobre todos los temas que quiera hablar (…) Creemos en el diálogo político, como la forma de solucionar los conflictos”.

Por su parte, recordó el presunto “atentado terrorista” que sufrió el pasado 4 de agosto durante un acto militar en Caracas. El dictador venezolano consideró que el ataque “fue planificado y financiado desde Estados Unidos”. Al respecto, pidió a la ONU “una investigación independiente” y hasta llamó al FBI a hacer sus propia investigación sobre lo sucedido: “Están abiertas las puertas de nuestro país, de nuestro sistema judicial”.

Sobre la alarmante crisis humanitaria que sufren los venezolanos, el dictador volvió a negar esa realidad, y sostuvo que es un discurso creado por “el imperio” con un fin intervencionista: “Se ha tratado de enfocar una pretendida crisis migratoria en Venezuela para justificar lo que desde hace años se viene anunciando: una intervención”.

El mandatario insistió en la existencia de una presunta “campaña política y mediática” contra su gobierno: “Por eso traemos nuestra verdad (…) la verdad de un pueblo luchador, la voz de una patria que se ha negado a rendirse a lo largo de la historia a la injusticia, a los imperios…”.

Sorpresivamente, el dictador venezolano Nicolás Maduro llegó este miércoles a Nueva York para asistir a la 73° sesión de la Asamblea General de la ONU.

La presencia de Maduro en la ONU tiene lugar el mismo día en que seis países (Argentina, Canadá, Colombia, Chile, Perú y Paraguay) hicieron oficial una petición para que la Corte Penal Internacional (CPI) investigue los crímenes de lesa humanidad en Venezuela.

Fuente: Infobae