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Con el rostro cubierto después de ser detenido, Gregorio “Papo” Morales hizo breves declaraciones a la prensa en la dependencia policial de Villarrica en la que se encuentra actualmente. Evitó responder la mayoría de las preguntas que le hicieron.

Insistió en que el video que se circuló, y en el que se lo ve apuntando con un arma de guerra y golpeando al peón Antonio Talavera, era una grabación cinematográfica. "Ya está investigado el hecho y ya fue desestimado por un juzgado. El documento va a llegar a sus manos en cualquier momento. No tengo nada que hablar", alegó.

Ante la interpelación de si el disparo que se escucha en el video también fue parte de la puesta en escena a la que alude, manifestó: “¡Dios mío, chera’a!”, con cierto tono de hartazgo y continuó evadiendo las consultas.

En la grabación que circula se ve cómo Morales obligó a un capataz a que se arrodille y luego lo golpeó varias veces con un fusil. Además efectuó disparos para intimidarlo.

Al ser consultado sobre otro caso, el de Alejandro González, trabajador de la radio de su papá, quien denunció que Papo fue a su casa con un arma de fuego para tratar de sacarle dinero, respondió: “no tengo conocimiento del hecho ocurrido en Caacupé”.

Ante otras consultas periodísticas se limitó a reiterar la misma frase.

Referente a la supuesta venta de ganado por parte de Papo de la estancia Agroganadera Industrial Grevilsi SA, propiedad de su madre, replicó con ironía: “Yo soy heredero, mi reina, ¿por qué voy a vender?”. Según Talavera, el hecho de que el informara a la madre de Papo la venta de estos animales, fue lo que habría motivado las torturas que se observan en la grabación.

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