La VoZ digital | La huella sangrienta del narco en Madrid

2019-03-16 | 09:11

Capos narcos en España

La huella sangrienta del narco en Madrid
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Desvelan la presencia de los principales cárteles en la capital, donde cierran negocios de droga y blanqueo los temidos Miami, el «Chapo» Guzmán, Los Zetas y la Camorra Desvelan la presencia de los principales cárteles en la capital, donde cierran negocios de droga y blanqueo los temidos Miami, el «Chapo» Guzmán, Los Zetas y la Camorra
Una investigación conjunta entre ABC y Crónicas subterráneas, de Telemadrid.

LaVozPy/Mundo.- Doce de marzo de 2018. A las 9.26 de la mañana, una llamada angustiosa al 112 pone en marcha la maquinaria de los servicios de emergencias y de la Policía Nacional. Dos sujetos, a lomos de una Yamaha 500, acaban de descerrajar una decena de tiros con un subfusil contra los ocupantes de un Volkswagen Golf gris. Acababan de dejar a su hijo en el British Council, uno de los colegios de mayor prestigio de la zona.

Al conductor, José Ricardo Rojas Montes, de 44 años, natural de Colombia y con nacionalidad española, se la tenían jurada desde hace mucho tiempo. «Richi» fue uno de los capos de los Miami, la principal banda de matones «made in Spain» encargada del tráfico de drogas a gran escala, extorsiones y blanqueo de dinero. Murió en el acto y su mujer salió ilesa. El crimen, un año después, está sin resolver y no parece que a esos sicarios les vayan a echar el guante, como ocurre en la mayoría de estos casos.

Es el último gran asesinato entre cárteles que ha tenido Madrid como escenario. La capital de España, explican los expertos, es una ciudad marcada por el crimen organizado, donde se cierran negocios del narcotráfico y de blanqueo de dinero. Yun lugar idóneo en el que esconderse, por su tamaño. España es la puerta de entrada de muchísima droga, sobre todo por el puerto de Algeciras: «Puedes ir paseando por la calle y que a tu lado estén dos personas hablando de un negocio de tráfico de droga», explica un mando de la Udyco de la Policía Nacional. Lugares tan transitados como el invernadero de la estación de Atocha son puntos de encuentro para estos «empresarios».

La droga mueve 300.000 millones de euros al año a nivel planetario. Se cultivan 213.000 hectáreas de cocaína, lo que equivale a casi 300.000 campos de fútbol. La consumen 18 millones de personas en el mundo y, solo en 2017, fueron aprehendidas 41 toneladas de cocaína y 141 de hachís.

 
 

Sufrieron su primer golpe en 1996, pero los Miami se han ido convirtiendo en una marca criminal que ha pasado de manos en estos últimos 25 años. Sus últimas caras más conocidas son las de los hermanos Álvaro y Artemio López Tardón, que se conjuraban con Ana María Cameno, la Reina de la Coca, para controlar el negocio del polvo blanco en Madrid. Esta mujer, que escaló posiciones desde que saltara de su Burgos natal a la capital, residía en una finca en Sevilla la Nueva: «Ingresaba millones de euros en los cuatro bancos del pueblo», explica su exsuegra. El punto de inflexión llegó en enero de 2009, con el asesinato de Catalin Stefan Crazium, de 31 años, en la discoteca Palace, en plena plaza de Ópera. Era uno de los «rompecostillas» de Ivo el Búlgaro, supuesto líder de la banda de matones por excelencia de los Miami. También murió, por una bala perdida, un relaciones públicas de Joy Eslava. Aquello dio origen a la mayor investigación policial entre el mundo del narcotráfico y las mafias de la noche, Edén-Colapso. De los ciento cincuenta imputados y 180.000 folios del sumario, solo está en prisión, en Florida y por blanqueo de capitales, Álvaro López Tardón. Se está a la espera de juicio, con 92 procesados.

 

Pero también organizaciones extranjeras, como Los Zetas, de México, que durante el proceso electoral de 2018 asesinó a a 112 políticos, dejan su impronta en Madrid. Su contable, Juan Manuel Muñoz Luévano, «El Mono», fue detenido en nuestra ciudad por la UDEF, pese a las enormes medidas de contravigilancia que mantenía. Vivió desde 2013 en Las Tablas y La Moraleja, desde donde coordinaba el traslado de cocaína de España a Europa y el blanqueo. Frecuentaba la zona norte, como el centro comercial Las Rozas Village y el club Bellagio de Villalba, en el que invirtió 273.000 euros.

El cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín «Chapo» Guzmán, también ha dejado su rastro por Madrid. Su primo, Jesús Gutiérrez, fue grabado por agentes del FBI encubiertos en el Hotel Palace, donde mantenía reuniones para ampliar el negocio en nuestro continente.

La Camorra italiana tiene ramificaciones por toda Europa. La operación Tarantela, de la Policía, tuvo como objetivo al clan de los Amato y de los Escarpa, con 32 detenidos en Rivas y Arroyomolinos, con 14 registros. Aunque el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu archivó el caso por falta de pruebas. No ha sido esa la única investigación sobre la Camorra en la región: los clanes ocultan a los llamados «latitantes» o huidos. Uno de ellos fue detenido en la calle de Fuencarral, donde se escondía.