Gran concurrencia frente al Congreso argentino. GENTILEZA INFOBAE

Se cumplen un mes del asesinato del joven de 18 años Fernando Báez Sosa, el hijo de la pareja de paraguayos Silvino Báez y Graciela Sosa. Los padres encabezan una movilización en Buenos Aires, mientras que vecinos y amigos celebran una misa en frente al local nocturno de Villa Gesell donde ocurrió el crimen.

También hubo marchas en Tucumán y en La Plata, informó TN, que también tuvo una gran convocatoria. La sociedad argentina quedó conmocionada con el crimen por la violencia instalada y el odio hacia los demás.

Frente al Congreso pasaron un vídeo de recordación con imágenes del joven asesinado por los rugbistas, y las imágenes mostraban a todos secándose las lágrimas.

“Lo que le hicieron a mi hijo es terrible, no le dieron oportunidad de defenderse y lo mataron a traición”, dijo la madre de Fernando frente al Congreso argentino. Agradeció el acompañamiento multitudinario en momentos tan difíciles que están pasando con su marido.

“Quería ser profesional. Un día encontré una nota que quería ser abogado, un profesional y que un día me iba a llevar a recorrer el mundo, pero todo eso quedó atrás”, recordó la madre conmocionada.

Finalmente agradeció el acompañamiento de todos, que le renovaban las fuerzas para seguir exigiendo Justicia para Fernando.

“Gracias, gracias a todos por acompañarnos. No tengo palabras para agradecerles. No estoy bien, pero al verle a todos ustedes siento que me dan una energía para seguir luchando por mi hijo. Quiero justicia, quiero que paguen lo que le hicieron a mi hijo, era mi vida”, remarcó Graciela.

Por otra parte, en Villa Gesell hubo una gran convocatoria frente a la discoteca para la celebración de la misa, y se leyó también parte de la carta del papa Francisco al obispo de Mar del Plata, Gabriel Mestre, que tuvo a su cargo la celebración religiosa. 

“Quiero asegurate mi compañía espiritual en este día. Yo también celebraré la Eucaristía por Fernando y sus padres”, dice el sumo pontífice. 

En TN dijeron que por momentos había un silencio conmovedor y que solo se escuchaban los llantos en silencios de todos los presentes.  

Mientras eso ocurre en Argentina, en Paraguay frente a la Embajada también se reunieron familiares y amigos de la familia para exigir justicia.