Imagen ilustrativa. GENTILEZA

La fiscal general del Estado, Sandra Quiñónez Astigarraga designó a los agentes fiscales Diego Arzamendia y Jorge Arce para que estos intervengan en la investigación sobre la denuncia presentada por el titular de la Dirección Nacional de Aduanas, Julio Fernández contra el senador colorado (Movimiento Colorado Añeteté), Mario Martín Arévalo Fernández por supuestos hechos de tráfico de influencias.

Según Fernández, Arévalo le habría solicitado e insistido en la designación de personas para puestos clave, así también señaló su presunta vinculación con hechos de contrabando.

Se trata de una presunta intermediación del senador colorado y ex precandidato a la intendencia de Asunción en la tramitación de sumarios, decisiones jurisdiccionales y procesos administrativos de competencia de la institución.

Se presentaron conversaciones y capturas de pantallas donde supuestamente el senador requiere la designación de determinados funcionarios como administradores, entre ellos de Miguel Ángel Medina y Luis Pereira, ambos jefes de división.

Además, se menciona que supuestamente Arévalo articulares y mediado para devolver mercaderías incautadas a un ciudadano árabe, proceso que se encuentra abierto ante el Ministerio Público por supuesto contrabando.

Tras el escándalo, el senador Arévalo dio su versión de los hechos y dijo que la gente que lo conoce sabe que es una persona honesta, una persona que va de frente, que dice lo que siente, y que dejó entrever una persecución política.

“También fui en su momento la persona que pidió la renuncia a Mazzoleni, hoy me quieren pasar la factura”, dijo el congresista a la 780 AM. También contó además que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, no puede ni verlo y que incluso antes rezaba con Fernández en la Cámara de Senadores.

El senador comentó que hace 20 días hizo una denuncia en el Senado, sobre una irregularidad que ocurría en Aduanas, donde una mercadería ilegal, entra en contubernio con funcionarios de la institución. 

“El doctor Emilio Fuster (ministro titular de la Unidad Interinstitucional de Combate al Contrabando – UIC), toma otra vez esa mercadería y cae acá en la Aduanas de Asunción y sale de ahí el contenedor, posteriormente se roba esa mercadería. Ante esa situación el doctor Galeano Perrone y otro abogado del estudio jurídico de Oscar Paciello van al senado y visita a los senadores, uno de los senadores que en pandemia hacía oficina era yo y escucho el problema. Ellos me plantean que en Aduanas se les robó su mercadería, se le vendió y quería que se le aclare qué fue lo que pasó”, comentó el congresita.

Arévalo agregó que él les escucho todo, le llamó al director de Aduanas para que pueda explicar qué pasó con la mercadería y él me dice, de forma prepotente que no quiere hablar.

Asimismo, Martín Arévalo siguió explicando que hizo sus averiguaciones y llegó a la conclusión de que si ingresó por Encarnación, si estuvo en Aduanas y ahí se roba toda la mercadería y otra parte se vende para camuflayar que se le cobró todo el canon de la Aduana.

“Entonces yo les digo a toda esta gente, que esta mercadería era del Estado. Cuando se confisca, gracias a Fuster, se tomó esta mercadería, ya se declara ilegal y entonces ya es del Estado”, agregó. Sostuvo que acá hay una situación donde Julio Fernández es quien tiene que informar qué fue lo que pasó, pues no puede ser que una mercadería, que ya es del Estado, se robe y no se esté investigando.

“Una Aduana, que tiene cientos de denuncias, de un montón de cosas, que venga hoy a querer amedrentar al Senado, es una locura, nunca vista antes. Nosotros tenemos atribuciones para investigar y más aún cuando es el Estado la perjudicada. Ahora en forma prepotente, hace esta denuncia. Él Julio Fernández lo que tiene hacer es explicar que fue lo que pasó con esa mercadería. No pude ser que desaparezca y nadie se haga responsable”, mencionó el senador.

Y por último, manifestó que no hizo nada fuera de lugar, no hizo nada bajo de la mesa nada, solo lo que correspondía.