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En ese sentido, agregó que su intención es “poder estrechar y fortalecer los lazos, no solamente con el Estado Vaticano, sino también poder acercarme y acercar al Paraguay a otros estados”.

Bajo la misma línea, la Embajadora Paraguaya en la Santa Sede explicó que entre uno de sus propósitos se encuentra el hecho de poder conversar y hacer conocer los intereses de Paraguay en otras áreas y sectores, bajo una lógica similar a la que tiene lugar en Naciones Unidas o en la OEA.

«Es decir donde podemos compartir con aquellos países con los que no tenemos un contacto muy cercano, por no tener embajadas y aprovechamos esos espacios, para poder acercarnos más”, puntualizó.

Al referirse a esta serie de eventos, la representante diplomática resaltó la importancia de la designación, calificándola como “muy trascendente en la relación del Paraguay con la Santa Sede”. “Es un parteaguas, hay un antes y después”, expresó.

Así también, Casati indicó que pretende “hacer promoción cultural, turística, de la diversidad lingüística del país; explorar también cómo hemos hecho en otros escenarios, cuáles son las oportunidades para promocionar el Paraguay”.

“Es lo que se llama la Diplomacia Suave, o el Poder Blando: muchas veces se busca promocionar toda aquella agenda positiva, todas esas potencialidades que puede llegar a tener un país y que lo pueden ayudar a posicionarse más”, finalizó.

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