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Cada 12 de setiembre, en Paraguay se recuerda el “Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos” y, en honor a la celebración, esta mañana se llevó a cabo un acto en la sala de sesiones de la junta municipal de Asunción, para sensibilizar y concienciar sobre la decisión de ser donante, y, sobre todo, de la importancia de que familiares y amigos cercanos sepan de esta decisión y sea respetada. 

En la ocasión, una paciente trasplantada brindó su testimonio de vida. Se trata de Tatiana Benítez, de 22 años de edad, quien hace 15 años recibió un nuevo corazón. “Son 15 años que estoy viviendo gracias a ese gesto de amor, a una decisión que salvó mi vida”, refirió la joven, que insta a la ciudadanía a ser “ángeles donantes de órganos y tejidos”. 

“Este corazón late por dos, me da vida a mí y late también por esa persona que ya no está, pero que salvó mi vida”, expresó Tatiana, agradecida con su donante y con la familia que permitió la donación en un momento tan difícil, para que el corazón de su ser amado siga latiendo. Ese corazón nunca dejó de latir y está aquí hablando de su experiencia”, sentenció la joven. 

Igualmente, Alberto López, de 48 años de edad, cerca de cumplir cuatro años de haber sido trasplantado, también habló de su experiencia y extendió su agradecimiento con la oportunidad de seguir con vida, mediante la donación de un corazón. “Estoy profundamente agradecido con mi ángel donante y con todo el equipo médico que acompañó el proceso”, manifestó. 

“Seamos donantes, hay muchas personas que están necesitando de un órgano para seguir viviendo o para mejorar su vida”, alentó Alberto, exhibiendo, posteriormente, su carnet de “Soy donante”.  

Cabe mencionar que, en el país, se cuenta con equipo técnico y humano calificado, y con hospitales de primera calidad, para avanzar en los trasplantes de órganos, pero para ello, se depende de la decisión de la sociedad, de ser donante de órganos y tejidos. 

Se recuerda que, según la “Ley Anita” 6170/18, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT). 

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