La VoZ digital | Última semana de campaña electoral en Brasil: Lula y Bolsonaro pelean voto a voto

2022-10-24 | 10:16

Brasil

Última semana de campaña electoral en Brasil: Lula y Bolsonaro pelean voto a voto
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-Dentro de una semana, Brasil habrá elegido a su presidente. Pero a siete días de la votación, todavía es difícil predecir quién ganará y, sobre todo, qué ocurrirá tras estas elecciones históricas que han visto al país, por primera vez literalmente dividido en dos. En la primera vuelta, recordemos, las predicciones de una victoria contundente del candidato Luiz Inácio Lula da Silva, con la consiguiente denuncia de fraude en las urnas electrónicas por parte del presidente Jair Messias Bolsonaro, chocaron con la realidad de los hechos, es decir, un contundente cara a cara.

En las últimas horas se ha producido una escalada de violencia, con el llamativo caso del ex diputado Roberto Jefferson, del Partido Laborista Brasileño (PTB), bajo arresto domiciliario en Comendador Levy Gaspar, en el estado de Río de Janeiro. Tras ofender a la jueza del Supremo Tribunal Federal (STF) Carmen Lucia, el mismo tribunal ordenó su detención, pero cuando la Policía Federal llegó a la casa de Jefferson, fue recibida con disparos y granadas. El ex diputado se encontraba en su casa, en prisión domiciliaria preventiva acusado de “participar en una organización de milicias digitales creada para atacar virtualmente las principales instituciones judiciales del país”.

Tras una larga negociación, en la que incluso tuvo que intervenir por teléfono el Ministro de Justicia Anderson Torres, Jefferson se rindió. Bolsonaro repudió la “acción armada” contra la Policía Federal y también las ofensas a la jueza, mientras que para Lula, reacciones como la de Jefferson son “un riesgo para la democracia” y acusó a Bolsonaro de haber “creado un segmento rabioso en la sociedad”.

Todavía es una incógnita hasta qué punto este episodio puede afectar a la votación del domingo. El reto de esta última semana de campaña electoral es una lucha contra el tiempo para cambiar los escenarios de la primera vuelta en la que Lula se impuso con el 48,43%, o 57.259.504 votos útiles, seguido de Bolsonaro con el 43,20% o 51.072.345 votos útiles.

Tanto Lula como el presidente se preparan en los pocos días que les separan de la votación final para ganar los votos que fueron a parar a los otros candidatos en la primera vuelta y, especialmente, los de los casi 33 millones que no votaron el 2 de octubre. El abstencionismo alcanzó un récord del 20,9% tres semanas atrás y como el día de la votación, el 30 de octubre, coincide con el puente del 2 de noviembre, día festivo en Brasil, se teme que muchos prefieran ir a la playa en lugar de votar.

Por eso, la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann, ha lanzado una campaña en Internet en la que advierte que la elección “está cerca” y llama a la movilización de todos los militantes del partido. “Tendremos que luchar, convencer a los que dudan, calle por calle, casa por casa. Lula sólo ganará si vas a votar”.

Para el analista político Eduardo Galvão “las últimas encuestas muestran una diferencia entre Lula y Bolsonaro de alrededor del 2% de los votos válidos. Y si se mira bien, el porcentaje de indecisos también es del 2%. Es decir, los indecisos representan con exactitud la diferencia entre los dos candidatos”. Pero dónde y cómo atraer los votos que faltan es la gran incógnita incluso para los equipos encargados de la estrategia de campaña, que sin embargo tienen algunos puntos claros. En primer lugar, el peso del electorado femenino que la primera dama Michelle ha intentado movilizar a favor de su marido, aunque la aversión de las mujeres hacia Bolsonaro sigue siendo fuerte y generalizada. Su grupo “Mujeres con Bolsonaro” seguirá recorriendo las iglesias evangélicas del país para intentar convencer a las indecisas.

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Sin embargo, según las predicciones, Lula no podrá recuperar el voto de los evangélicos en estos días, a pesar de su intento de dirigirse directamente a ellos y a sus valores conservadores en una carta abierta en la que el ex presidente reiteró su oposición al aborto. El último sondeo de Datafolha del viernes mostró que Bolsonaro crece entre los evangélicos, ampliando su ventaja de 34 a 38 puntos, hasta el 66% frente al 28% de Lula, que pero está creciendo entre los católicos del 55% al 58%. El ex presidente, sin embargo, seguramente gozará del apoyo, y lo ampliará, de los brasileños de bajos ingresos en los que el recuerdo de las políticas sociales de sus dos gobiernos, de 2003 a 2010, sigue vivo.

No cabe duda de que los dos candidatos también intensificarán su presencia en Internet, con debates y programas en directo para ganarse a otra importante franja del electorado, los jóvenes. Entre el sábado y el domingo, Bolsonaro inició una transmisión en vivo de 22 horas, que sólo en la primera media hora sumó más de un millón de visitas y en YouTube superó más de 15 millones de visualizaciones. Entre los muchos que acudieron a apoyar su candidatura estaba la estrella del fútbol Neymar. “Estoy aquí apoyando a nuestro presidente porque sabemos que es lo mejor para Brasil”, dijo el futbolista. “Se acerca el Mundial y sería maravilloso que Bolsonaro fuera reelegido y que Brasil fuera campeón del mundo”. Gracias en parte a esta estrategia, en las últimas encuestas Bolsonaro ha subido entre uno y tres puntos entre los jóvenes, aunque Lula está en primera posición con entre el 50 y el 53 por ciento.