Michelle Obama ha mantenido un perfil bajo en los últimos meses, evitando involucrarse demasiado en la campaña presidencial .

Lo que comenzó como meros rumores ha evolucionado hasta convertirse en una posibilidad real: ¿Quién podría sustituir a Biden si decide no presentarse en noviembre? La opción más obvia sería su vicepresidenta, Kamala Harris. Sin embargo, Harris no cuenta con un respaldo amplio entre los votantes indecisos, a pesar de su considerable apoyo entre los votantes hispanos y afroamericanos.

Otro nombre que suena es el del gobernador de California, Gavin Newsom. Aunque ha logrado importantes victorias en su estado, no tiene aún el peso necesario a nivel nacional para ser un candidato fuerte con tan poco tiempo para las elecciones. Newsom ha descartado la posibilidad de reemplazar a Biden, calificando la idea de “absurda”.

En medio de esta incertidumbre aparece Michelle Obama. Aunque la ex primera dama ha declarado en múltiples ocasiones que no tiene intención de postularse, su nombre sigue siendo mencionado como una posible solución para los demócratas. Su popularidad y la nostalgia que genera su tiempo en la Casa Blanca junto a su esposo, la convierten en una opción atractiva para muchos.