Foto; Univision

Emma Watson pudo haber encarnado a la tierna "Mía" en la ciudad de las estrellas de "La la land" pero decidió no hacerlo.

La actriz reconocida por encarnar a Hermione en la saga de películas de Harry Potter ya estaba comprometida con la nueva producción de Disney, la película "live action" de la obra tradicional francesa "La Bella y la Bestia".

"Tenía que aprender a montar a caballo, a bailar y a cantar. Sabía que debía hacer bien mi trabajo y sabía dónde debía estar. Así que, por problemas de agenda, no funcionó", comentaba para explicar los motivos por los que le fue imposible compaginar ambos proyectos. 

Todo parece indicar que una de las exigencias para poder aceptar la oferta consistía en trasladar el set a Londres, ciudad que acogía también el rodaje de su otro compromiso cinematográfico. Muchos despreciaron esta demanda y llegaron a calificar su actitud de "diva" al tratarse de una historia que se desarrolla en Los Ángeles.

El rodaje pre-asumido con la compañía del ratoncito le impidió entonces participar de la película que más tarde, le valdría un Óscar a Emma Stone.