La ola de robos y asaltos a buses paraguayos derivó en la disminución de pasajeros, lo que representa una pérdida en los negocios para empresas del rubro.

Roberto Fustaño, de la Cámara Paraguaya Internacional Terrestre, sostuvo que la cuestión ya es insostenible. Explicó que exigió la intervención de la Cancillería Nacional. “Nos juntábamos varios vehículos, entre pasajeros, camiones y automóviles, para viajar pero ni así paramos los asaltos”, sostuvo Fustaño al indicar que entre ambas empresas citadas sufrieron cerca de una docena de atracos en sus unidades de larga distancia.

“Queremos venir por otra ruta, donde haya mayor cantidad de paradores y tráfico de vehículos, por más que no convenga (por la distancia y el tiempo) creemos que es la solución al problema que tenemos”, expresó el ejecutivo.

La ruta que conecta Asunción, Cascavel, Maringa, Londrina y San Paulo es la considera peligrosa, y el sector peligroso comprende unos 200 kilómetros entre Cascavel y Londrina”.
Una de las alternativas usadas ahora, según los datos, comprende Asunción, Cascavel, Guarapuava, Ponta Grossa e ir al norte hasta San Paulo, y la otra Asunción, Cascavel Guarapuava, Curitiba y luego San Paulo.

Según los datos, los asaltos repercutieron en la disminución de pasajeros, lo que representa una baja en las alternativas de negocios en ésta temporada.