La VoZ digital | Mujer privada de libertad es contratada por una pastelería: “Esta es la verdadera oportunidad que necesitamos para reinsertarnos”, dijo Erika

2021-04-15 | 20:23

REINSERCIÓN SOCIAL

Mujer privada de libertad es contratada por una pastelería: “Esta es la verdadera oportunidad que necesitamos para reinsertarnos”, dijo Erika
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Imagen ilustrativa. GENTILEZA Imagen ilustrativa. GENTILEZA
Erika se encuentra cumpliendo su condena en un régimen semiabiero o semi-libertad. Ella va tres veces a la semana a trabajar en la pastelería y chocolatería “Mama Pan” de Sabrina Oxilia, y los días se dedica a la cocina gourmet dentro del penal.

Erika, sale del Centro Penitenciario para ir a trabajar dando cumplimiento del Artículo 60 del Código de Ejecución Penal y es un ejemplo de reinserción social. Con mediación del Ministerio de Justicia desde la Dirección de Bienestar y Reinserción Social y los permisos del Juzgado de Ejecución Penal correspondientes, se hizo factible concretar el trabajo que acuerda una remuneración, período de prueba y capacitación en la elaboración de productos y conocimientos administrativos, a fin de ganar diversas experiencias.

“Tenía las referencias de personas que trabajan en proyectos de reinserción. Supe de Erika, que es una persona profesional, responsable y proactiva, y la traje al equipo”, expresa Sabrina desde su tienda céntrica de comestibles dulces.

Todos los ciudadanos deben de tener un compromiso con la sociedad, a opinión de la empleadora. “Para nosotros fue una aventura, con sus miedos y sus dudas al inicio. Pero nos lanzamos e hicimos, porque alguien tiene que empezar a dar una oportunidad a estas personas que están capacitadas y se merecen”, manifestó Oxilia.

Por su parte, Erika (39) acude a su nuevo empleo durante 5 horas y 3 días a la semana, y tras ello regresa al establecimiento penitenciario donde lleva laborando como cocinera gourmet. “Esta es la verdadera oportunidad que todas las personas privadas de libertad necesitamos para reinsertarnos en la sociedad, ya teniendo un trabajo, una cultura laboral con una empresa”, apunta la MPL recluida hace 5 años y 3 meses.

Todos son muy respetuosos con ella y no le hacen sentir ninguna diferencia en su condición, cuenta a corazón abierto Erika. El ritmo es incesante en las faenas de limpieza y asistente de cocina que ahora está incorporándole aprendizaje en dulces, sumado a las de cocina general y repostería en O'Hara Escuela de Gastronomía, cursos con que está becada.