Gentileza

Comentó que las unidades regionales del SENEPA siempre están en alerta en todo el país, pero dijo que hay que hacer una diferencia de la región oriental y occidental, ya que tienen sus determinantes sociales y condiciones muy favorables para la expansión de arbovirosis. ‘’No es lo mismo en la región oriental que en el Chaco. Estamos tratando de controlar la etapa larvaria y adulta del mosquito”, puntualizó.

Prevenciones para un posible brote de dengue

Con la consulta médica, cuando hay un caso sospechoso, el centro asistencial notifica a Vigilancia de la Salud, y ésta a su vez, al SENEPA, para que se inicie el proceso de intervención comunitaria en la búsqueda y eliminación de criaderos. Además, la institución hace un proceso de educación en las escuelas y barrios.

De acuerdo con la cantidad de criaderos, se analiza si amerita realizar la intervención química por cada caso de dengue, y se bloquean 9 manzanas. Este sistema es el que menos se utiliza, debido a que el vector, luego de un tiempo, adquiere inmunidad ante las fumigaciones.

Así también, funcionarios del SENEPA recurren a las escuelas, a comunidades y barrios, y trabajan en coordinación con los municipios, según la disponibilidad de recursos humanos.

Eliminación de criaderos

Para la Dirección General de Vigilancia de la Salud, un brote de dengue y de COVID-19 en simultáneo afectará de manera considerable a las personas y al sistema sanitario del país, por lo que se apela a la conciencia ciudadana para la eliminación de criaderos, luego de cada lluvia, recorriendo los patios y vaciando recipientes, de modo a evitar la proliferación del vector.

Es clave el compromiso de la comunidad y de los gobiernos locales y departamentales para  controlar el índice de infestación del vector, y así, disminuir la proliferación de mosquitos y lograr una temporada veraniega más tranquila. 

ñanduti