En una entrevista con ScreenRant, el actor que dio vida a Superman confesó que el largometraje de 2013 contiene un detalle del que se arrepiente profundamente. Algo que desearía haber resuelto de un modo diferente y que le persigue cada vez que ve la escena que lo contiene. Atentos, porque no es lo que parece.

"Hay una escena al final de El hombre de acero. Estoy hablando con Martha. Habría sonreído de manera diferente. Cada vez que lo veo, pienso, 'Esa sonrisa es irritante'. Sencillamente, no me gusta. ¿Por qué sonreí así? Yo no sonrío así. Lo habría hecho de manera diferente".

Si antes de leer las declaraciones de Cavill vuestra mente se dirigió instantáneamente al momento en que Kal-El parte el cuello a Zod en en que, sin duda, es uno de los pasajes más controvertidos del cine de superhéroes de los últimos años, no es nada descabellado. El intérprete también opinó sobre la decisión en cuestión, justificándola dramáticamente.

"La muerte de Zod dio al personaje un motivo para no volver a matar. Superman cayendo al suelo y gritando después... no creo que estuviese en el guión original, pero quise mostrar el dolor que sentía. Hice tomas mucho más emocionales que no eligieron, las lágrimas estaban corriendo. Acaba de matar al último miembro de su especie. Esa es la elección que hizo en ese momento, y nunca la tomaría de nuevo".