Imagen ilustrativa. GENTILEZA

Los All Blacks, pese a las críticas que han recibido durante un torneo en el que perdieron dos partidos, acaban primeros en la clasificación, con un punto más que los Springboks.

"Estoy contento por este rendimiento, siempre podemos mejorar pero me ha gustado nuestra actitud", declaró después del partido el seleccionador neozalandés Ian Foster, muy criticado por los malos resultados de los All Blacks en los últimos meses.

Desde la creación de este torneo en 2012, con la participación de las cuatro potencias del hemisferio sur, los All Blacks solo han dejado escapar dos veces el título: en 2015 (Australia) y 2019 (Sudáfrica).

Con su clara victoria ante su vecino oceánico, con bonus ofensivo incluido, Nueva Zelanda tenía prácticamente el título en el bolsillo, ya que Sudáfrica, para salir campeón, tenía que ganar a Argentina con el bonus ofensivo y por una diferencia de al menos 39 puntos para superar a los All Blacks por la diferencia de puntaje.

Los Springboks creyeron en el milagro en la primera parte, cuando se colocaron en el marcador 17-0 con dos tries de Jasper Wiese y Siya Kolisi y los puntos con el pie de François Steyn.

Pero justo antes de la pausa, Gonzalo Bertranou logró hacer el try en una de las primeras incursiones sudamericanas en la zona de 22 adversa y Emiliano Bofelli puso el 17-7 con el que se llegó al descanso y de alguna manera apagó el fuego de los locales.

En la segunda parte, Los Pumas aumentaron su nivel y con sendos tries de Kremer y Matías Moroni, transformados ambos por Bofelli, y se metieron de nuevo en el partido (24-21, m.68).

Pero en los últimos 10 minutos del duelo, la maquina sudafricana se puso de nuevo en marcha y acabó aplastando la resistencia de los argentinos con otros dos tries, el primero por decisión del árbitro para castigar las irregularidades de la defensa argentina y el segundo obra de Kurt-Lee Arendse sobre la bocina para sentenciar el duelo.

"No es la manera como queríamos terminar, pero demostramos que cuando hacemos las cosas como las tenemos que hacer podemos ganar a cualquiera", declaró tras el partido el capitán argentino Julián Montoya al canal ESPN.

"Hay muchas cosas buenas en este proceso, pero hay muchas cosas por corregir", añadió en referencia a los gestos de indisciplina defensiva.

Su homólogo sudafricano Siya Kolisi declaró por su parte: "Empezamos muy bien y con 17-0 queríamos seguir anotando, pero ellos marcaron justo antes del descanso y nos afectó".

"Siempre es un honor ganar a un equipo como Argentina. Teníamos un plan y estuvimos cerca de materializarlo", añadió el 'flanker', que admitió que en la segunda parte pagaron los errores de "disciplina" que les llevaron a recibir dos tarjetas amarillas y quedar en inferioridad numérica temporalmente.

En la clasificación final y por detrás de los dos primeros, Australia finaliza con 10 puntos, uno más que Argentina, que llegaba a esta última jornada con una posibilidad, muy remota, de llevarse el título.

Los Pumas, no obstante, cierran un torneo histórico para ellos, ya que por primera vez en su historia derrotaron a los All Blacks en terreno neozelandés (25-18 en Christchurch, en la tercera fecha a finales de agosto). France24